PROBANDO, PROBANDO... AQUÍ HUSTON ¿ME ESCUCHAN...?

El día 12 de setiembre se aproxima. Tengo el equipamiento casi listo y un retorcijón en el estómago. Los principales elementos para el viaje ya están acomodados y bien distribuidos, con las cargas compensadas. Sólo me resta la funda que cubre la moto. Rafael, el tapicero, está en los detalles finales.

La funda está siendo confeccionada con un material fabricado por Dupont (su nombre comercial es Tivek) que es muy resistente al desgarro, extremadamente liviano e hidrófugo.

La pregunta que seguramente se harán es: ¿Y para qué la funda?.

La funda cumple una función simple y muy importante. En mi caso, la de proteger la moto de los curiosos toqueteros cuando ésta queda estacionada a su buena suerte en la cochera del hotel o en el patio exterior del residencial u hospedaje.

Es que estas motos grandes son muy llamativas y cuando están equipadas para viaje mucho más. Despierta la curiosidad en los circunstantes y el deseo de toquetearla. Les encanta accionar los comandos, el acelerador, los frenos, el manillar, etc.

Algunos son más decididos que otros, y hasta sientan a sus niños para sacarles una foto. De todos modos estos curiosos personajes son inocentes y no producen ningún daño de importancia.

Los que sí lo producen son los malintencionados, los que no pueden refrenar su malignidad enfermiza, la que genera, en algunos casos, consecuencias irreparables para la moto. Actúan por envidia o por simple placer.

Justamente, para precaverse de estos personajes y sus monstruos internos existe la funda. Los mantiene adormecidos. Evita que sean excitados y se desmadren.

(Un amigo que viajaba al Perú en el año 2006, al levantarse una mañana y comenzar a cargar su moto para continuar su viaje, se encontró con la desagradable sorpresa de que le habían “tajeado” el asiento y cortado una manguera clave del sistema de inyección electrónica. Conclusión, la aventura de mi amigo terminó allí.)

¡Ohia…! Y hablando de Rafael, ahí lo veo llegar, creo que viene con mi funda terminada. Si es así la colocaré de inmediato para mostrársela (clic aquí)
(Para los que deseen contactarse con Rafael, este es su teléfono laboral de Río Gallegos: 02966-424868)
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Río Gallegos, 13 de agosto de 2010
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