DESCANSO EN VILLA AVECIA (BOLIVIA 2006)

martes, 19 de octubre de 2010

MÁNCORA, Perú—MACHALA, Ecuador (200 Kms)



El camino con destino a Ecuador comienza a volverse cada vez más verde desde la salida de Máncora, hasta que el desierto queda casi definitivamente a mis espaldas.
...
Al comienzo se ven grandes sembradíos de arroz, con su verde perfecto y sus campesinos sumergidos hasta la cintura.

A los pocos kilómetros son comunes de ver las plantaciones de plátanos y la tupida foresta que preanuncia la selva tropical



Máncora queda a tan sólo 120 kms de la frontera con Ecuador. La idea era dejar Perú y llegar al límite internacional temprano para estar en Cuenca a primera hora de la tarde.

¿Y por qué Cuenca? Simplemente porque me hablaron muy bien de esta ciudad con historia, ubicada en el centro sur de Ecuador, en la parte meridional de la Cordillera andina. (Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1999)

Llegar temprano era la idea, pero…. Al llegar al pueblo de Huaquillas, donde se encuentra la frontera, un funcionario de seguridad me guió hasta una oficina donde me registraron, me dieron un formulario sellado y firmado y me dijeron “con este papel puedes circular por el Ecuador durante 15 días. Al salir deberás hacerlo sellar en el pueblo que está ubicado en la frontera y listo

Yo estaba "EN" la frontera en ese momento y entendí que había un pueblo a continuación que me lo sellaría. Partí en busca de ese pueblo. Pero el pueblo no aparecía. Después de andar por más de 30 kms en su búsqueda decidí preguntarle a un taxista donde estaba, cuál era su ubicación.

—¡Nooo, amigo! Debes volver. Eso lo debes hacer firmar en Huaquillas.
—La concha de mi hemana
— me dije. Me informaron mal, o entendí mal yo.

Regresé y mientras lo hacía me decía “Tranquilo Luis, no aceleres, tranquilo que es en estas condiciones donde los accidentes se producen. Tranquilo. Tómalo con calma "

Regresé los 30 kms inútiles con la intención de que me sellaran el papel. El funcionario de aduana que me recibió me dijo:

No tienes que hacer firmar nada acá, este papel te lo van a pedir a la salida de Ecuador. Es en la "OTRA" frontera, la frontera norte con Colombia, donde te lo pedirán.
Y ahí recién caí y entendí mi error.

Pero esto no era todo. Cuando estaba por continuar viaje, ya tranquilo, el funcionario que me había atendido por primera vez, me vio y gentilmente me dijo:
—No te olvides de pasar por la oficina de migraciones que ya está abierta.
—Oficina de migraciones?—
le dije
—Sí, debes hacer ese trámite en esa ventanilla antes de continuar viaje.
—¡Oh, no...!
Y yo que casi sigo hasta Cuenca sin hacer este trámite…

Al llegar a la ventanilla el agente responsable me advirtió:

No tengo sistema , deberás regresar a San Antonio, unos 6 kms, para que allí, en la otra "Migraciones", te hagan el trámite

Partí hasta allí: aceleré, doblé, sobrepasé, estacioné, me bajé, pregunté. Mucho calor, transpiré, contesté a curiosos, llegué a las oficinas, “De dónde vienes” Transpiré, DNI, sellos ¡toc! ¡toc! … ¡El que sigue…! y partí ya definitivamente.
...
¡Uf...! respiré. ¡Por fin! Ecuador será todo para mí.

La cuestión es que entre idas, malentendidos y vueltas se me pasó la tarde. Por lo tanto no tenía garantizada la llegada a Cuenca en horario prudencial y no tenía intención de cometer el mismo error que había cometido días pasados cuando decidí continuar de Abancay a Nazca, en Perú, llegando de noche y extremadamente agotado. Así que decidí descansar en Machala, una ciudad muy agradable junto al Pacífico ecuatoriano.


Su iglesia.................. zz .zzzzzzzzz..........Sus fuentes.......aaaaaaaaaaccSus jardines
Fue ésta una brillante idea porque me permitirá mañana viajar descansado hasta Cuenca para gozar desde temprano, y con todo el día a mi favor, de cada curva, de cada ascenso, de cada perspectiva que ante mi se presente.

(He llegado a la conclusión que el día en que debo cruzar una frontera, es un día perdido. Siempre existe una razón para que todo se complique y las horas de la jornada se te escurran como sal entre los dedos)

MISCELÁNEAS
1.- En la frontera me encontré con tres españoles que estaban viajando hacia Ushuaia desde Alaska en una 4x4
Me dijeron:
—Esta frontera es un lujo en relación a lo que vivirás en Centro América. No te lo podrás imaginar. Deberás vivirlo. Es el caos absoluto. Nadie te informa nada, ni sabe nada de nada…
—Qué bueno—
me dije. Más adrenalina

2.- La noche anterior a mi partida de Máncora estuve cenando con un par de amigos frente a la costa. Uno de ellos era argentino, Martín, surfista de pasión, de unos 30 años, que hacía siete meses que estaba en Máncora con su novia Soledad trabajando y paseando.

El otro amigo era un auténtico peruano selvático, Beder Hilton Torres Padilla, (a) Papo, treinta años, nacido en Moyobamba, zona próxima a Iquitos, selva absoluta, con una personalidad, sensibilidad y maestría para contar sus historias de víboras, monos, yacarés, jefes tribales, etc..., que subyugaba hasta el más reacio. Era un poeta aún sin descubrirse.


Mirada indígena milenaria nnnnnnnnn"Papo" mmmmmmmmmmmMartín
Este muchacho espontáneo, selvático, orgulloso de sus orígenes y de su dignidad, me permitió comprender que está surgiendo un nuevo paradigma de juventud peruana, quizá influenciada por las nuevas tecnologías de la comunicación, (TV satelital, Internet, celular, etc), donde el manejo del inglés, ciertos códigos juveniles internacionales que se consolidan en un lenguaje único y que viajan más allá de las fronteras, es la esencia que lo significa:
...
“¡Guauuu…! Ese brother tiene power!”, repetía “Papo”, el peruano selvático, ante una frase o una narración mía que lo motivaba.

Son también ejemplos de esto nuevos códigos, los tatoos, y ciertos signos que no alcanzo aún a comprender muy bien, como por ejemplo, saludarse con un choque entre palmas abiertas y luego un golpe frontal suave con los puños cerrados. Y no lo alcanzo a comprender por una razón muy simple: estoy “Out”, absolutamente “Out” de estos valores.

(Mañana, Dios mediante, viajare a Cuenca situada a 3.167 m de altitud, en la falda norte del cerro Huamanrazo (5.278 m). Por lo que deberé nuevamente subir desde el nivel del mar hasta estas alturas neblinosas y frías, cosa que no pensé que volvería a hacer. Pero…. Hacia allí partiremos. Cuenca lo vale. Luego se los contaré)

Machala , Ecuador, 19 de octubre de 2010
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3 comentarios:

Juanfer dijo...

Hola Luis.... aprovecha los 15 días que tienes en el Ecuador .... te maravillarán realmente.... te recomiendo que estes por lo menos un día en Cuenca para recorrerlo.... desde allí visita Baños en donde también puedes hacer un par de días espectaculares de una conjugación de selva y montaña... Saludos y buenas rutas

Siloe_ Sombra dijo...

Que bien lo paso leyendo tu relato del viaje... lo paso sonriendo todo el rato... en muy grato viajar desde el sillon de mi casa atraves de tu escrito.
Un abrazo Luis, cuidate.
Reme.

ANDRES - rio gallegos dijo...

Luis, muchas gracias por compartir con nosotros , como ya lo has hecho en otra oportunidad esta titanica travesia. Es como estar acompañandote. Descubro a traves de tus relatos y vivencias esta hermosa y apasionante America nuestra. Un gran abrazo, los mejores deseos y un recuerdo siempre presente.