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El mar....................................Poblado costero de "Montañita".Un descanso en el camino
¡La ruta del sol. Já! Es un chiste para mí porque hasta el día de hoy todos los días sobre la costa fueron nublados. De todas maneras me permitieron imaginar cómo sería el paisaje si el sol lo iluminara. Si es bello en estas condiciones, con sol mucho más.
La mañana en Salinas se presentó lluviosa y cerrada, pero lo mismo decidí partir imaginando que el tiempo podría cambiar a los pocos kilómetros de iniciada la marcha. Pero me equivoqué. Llegué a Manta en las mismas condiciones de la partida: lluvia fina y nublado gris intenso.
La ruta de este recorrido fue muy alegre y variada, con caminos llanos y de montaña; con subidas y con bajadas. Por momentos junto al mar y por momentos alejado, ocultándose en medio de la selva espesa que me hacía recordar a las guerrillas de las FARC.
Tuve en esta día todo el tiempo a mi favor, porque sabía de antemano que llegaría a destino en las primeras horas de la tarde. Eso me permitió que el recorrido fuese relajado, a un ritmo de paseo; que pudiera ir tomando fotografías y deteniéndome en los lugares que realmente me gustaban.
A las 16 hs ya estaba en "casa". ¿El alojamiento? Un hostal que me recomendaron unos amigos en el camino y que resultó ser como yo lo esperaba: cordialidad y familiaridad en el trato.
Me bañé y salí a recorrer el malecón de la ciudad.
Manta es eminentemente pesquera, de unos 450.000 habitantes. Todo en ella gira en torno a este recurso natural. De allí las innumerables industrias que lo trabajan y elaboran. Es una ciudad pujante con nuevos edificios y nuevos puertos en construcción que se expanden por todas partes.
MISCELÁNEAS
1.- Entrando a la ciudad un caballero acercó su vehículo para brindarme su ayuda. Me preguntó, junto a un semáforo, hacia dónde me dirigía. Le dije que hacia el Hostal "La Abuela" y sin dudarlo se ofreció a que lo siguiera. Me dejó en la puerta.
2.- Mientras almorzaba tuve la suerte de conocer a otro señor, nativo de Manta, que me llevó en su camioneta a conocer la ciudad y sus zonas de influencia. Anduvimos paseando por más de tres horas. Resultó ser el cuñado del gobernador de esta provincia. Una persona con una sencillez y natural bonhomía, digna de alabanza.
(Mañana continuaré viaje, Dios mediante, hasta la ciudad costera de Pedernales, pasando previamente por la Bahía de Caráquez, donde el 2 de noviembre las autoridades oficiales inaugurarán un nuevo puente de dos kilómetros de longitud que cruza toda la bahía hasta la ciudad de San Vicente. Creo, por información de circunstancias, que lo podré cruzar a pesar de no estar oficialmente inaugurado. Esto me permitirá ahorrar algunos kilómetros de este recorrido.
(Y desde Pedernales seguiré, ya pasado mañana, rumbo a la ciudad de Quito. En este trayecto podré visitar La Mitad del Mundo, un lugar turístico donde se encuentra el monolito por donde cruza la línea equinoccial. Un detalle simpático)
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Manta , Ecuador, 23 de octubre de 2010
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